A.I. Inteligencia Artificial


A. I. Inteligencia Artificial (título original en inglés: A.I. Artificial Intelligence) es una película estadounidense de 2001 escrita y dirigida por Steven Spielberg. La película está basada en el relato de ciencia ficción "Los superjuguetes duran todo el verano" de Brian Aldiss, e incorpora elementos de la obra italiana "Las aventuras de Pinocho". El proceso de I.A. partió originalmente con el director Stanley Kubrick a principios de los 70. La película se estancó durante años en fase de desarrollo, en parte porque Kubrick consideraba que la imagen generada por computadora no estaba lo suficientemente avanzada para crear el personaje de David, que él creía que ningún actor infantil podía interpretar con suficiente credibilidad. En 1995, Kubrick le otorga I.A. a Spielberg, pero la película no encuentra momento hasta el fallecimiento de Kubrick en 1999. Pero recordemos que la primera película que habló de humanoides, un futuro distócico gobernado por máquinas, fue "Metropolis" por allá en el lejano 1927, que profetizo como 100 años después (por tanto en 2026) un mundo gobernado por máquinas que se parecen tanto a los hombres que es difícil distinguirlos

Algunas personas llaman a esto inteligencia artificial, pero la realidad es que esta tecnología no nos mejorará sino que nos superará, porque somos tan estúpidos que no la usaremos para el bien comun si no para el bien egoista de unos pocos y ese serà el virus fatal. Entonces, en lugar de inteligencia artificial, creo que aumentaremos nuestra inteligencia humana contra natura. Lo que me preocupa no es la inteligencia artificial, son las mentes postizas humanas, su ignorancia. 

EL HOMBRE CREA UNA MÁQUINA TAN PERFECTA QUE OCULTA SUS IMPERFECCIONES
Con la tecnología el hombre intenta sustituir sus imperfecciones e incapacidades con máquinas, esforzándose al límite y es decir, no sólo crea robots que lo sustituyan a nivel físico, mecánico, mental de fuerza y ​​precisión, sino también a nivel interno, A nivel sentimental y espiritual, por ello confía a las máquinas su esencia DIVINA: el amor. Máquinas capaces de amar (David, un niño) y máquinas capaces de tener sexo (Joe, un gigoló). Por lo tanto, detrás de estas máquinas, los seres humanos también han decidido su condena y perdición porque será este poder el que los llevará a la desesperación y a la destrucción. ¿Como? ... Las maquinas que el hombre crea son tan perfectas que imitan sus mismas imperfecciones, vamos a verlo:

CREAMOS A LOS DIOSES A NUESTRA IMAGEN Y SEMEJANZA... 
Y TAMBIÉN LOS AMORES
La creencia bíblica de que los seres humanos fuimos creados a imagen y semejanza de Dios es lapidaria y emblemática, si así fuera, entonces sería extraño que intentáramos crear y plasmar en otros nuestras propias cualidades pero también nuestras propias imperfecciones o limitaciones, ya que Dios es perfecto no entiendo porque me hizo imperfecto. El problema, sin embargo, se vuelve incontrolable cuando es la cualidad (como la capacidad de amar) la que se convierte en una imperfección (incapacidad de recibir amor). A estas alturas también dudamos si fuimos nosotros quienes creamos a Dios y no al revés, si fuimos nosotros quienes creamos los robots que nos destruirán, o si nuestras imperfecciones revelan la libertad de un Dios que no queremos aceptar como tal, es decir un Dios imperfecto. De hecho, la película nos muestra a una madre, Mónica, que por más que quiere comprender y satisfacer a su hijo no puede hacerlo, porque su hijo es una libertad donde su amor no llega, su amor no tiene ese valor para èl... ¿Quizás lo mismo le pasa al buen Dios que creo una criatura incapaz de amarlo? ¿O tal vez somos incapaces de amar y creamos un Dios completamente perfecto en el amor para compensar nuestro vacío psíquico? El propósito de esta película es ese: mostrarnos qué pasaría si lográramos crear una maquinita capaz de amar.

En el año 2125, el planeta Tierra ha sido devastado por el efecto invernadero y el aumento de los océanos, que han sumergido muchas de las ciudades más bellas e importantes del mundo. La tecnología ha evolucionado hasta el punto de crear robots increíblemente avanzados similares a los seres humanos, los Mecha. Hay una ley que prohíbe la procreación de niños si no ha sido aprobada por el gobierno, porque la tierra, al quedar sin muchos recursos naturales, no permite que todos satisfagan sus necesidades.  Por esto crean a David, un modelo prototipo creado por Cybertronics de Nueva Jersey, diseñado para parecerse a un niño y mostrar amor para sus poseedores humanos. Un hijo robot. Ellos analizan su creación con uno de sus empleados, Henry Swinton, y su esposa Mónica. El hijo de los Swinton, Martín, fue puesto en animación suspendida hasta que se pudiera encontrar una cura para su rara enfermedad. Aunque al inicio, Mónica se asusta de David, finalmente siente cariño por él después de activar su protocolo de impronta, que irreversiblemente causa que David la ame, de la misma forma en que cualquier niño amaría a una madre. También se hace amigo de Teddy, un osito de peluche robótico, quien vela por el bienestar de David. Los problemas inician quando el hijo natural verdadero, Martin, regresa a casa del hospital... 

SÓLO EL "AMOR" PERDONA LA CRUELDAD DE LA IMPERFECCIÓN HUMANA
Martin, el hijo natural, se recupera milagrosamente de un coma irreversible y regresa a vivir a casa, encontrar a David genera los clásicos celos entre hermanos pero con la ventaja de que David al ser un Mecha es tratado por Martin con maliciosa crueldad y engaño para hacerlo fracasar en su tarea de aparecer amoroso ante los ojos de la madre. Martin empuja a David a hacer cosas irrazonables y peligrosas, pero completamente inconscientes, poniéndolo en muy mala posición, hasta el punto que la familia lo considera un peligro y decide despedirlo. Aquí el amor natural de la madre no sólo no ve el peligro del carácter malvado de su hijo, sino que lo protege, mientras que el amor perfecto de David es castigado. Este contraste pone en duda cuán parcial, ciego, mezquino y egoísta es el amor humano cuando no quiere ver sus propios límites. David demuestra cuán limitado es el amor de Martín pero es un robot y no es aceptado: así construimos robots que remplacen nuestros defectos, pero si nos los hacen pesar, los eliminamos como máquinas peligrosas, y al final asì también lo hacemos con las personas. Teddy, como el grillo de Pinocho, siempre advierte a David del peligro, pero David aún no es capaz de comprender la sabiduría del osito y, en cambio, confía en la ignorancia de los humanos. El oso en cuanto animal, como en todos los cuentos de hadas, es simbolo del instinto salvaje de la psique que sabe donde está la verdad.  

EN LA TIERRA DE LOS JUGUETES
 Henry persuade a Mónica de regresar a David a Cybertronics, donde David será destruido. Sin embargo, Mónica no es capaz de hacerlo y en su lugar, abandona a David en el bosque (junto a Teddy) para esconderlo como un Meca no registrado.
David llega a la metrópoli de Rouge city, como en toda metrópoli reina el caos cubierto de juerga, desesperación disfrazada de diversión, frustración disfrazada de violencia, es el pais de los juguetes de Pinocho; los humanos desahogan su ira destruyendo a los Mecha, los robots, porque al verlos perfectos se sienten desclasados, por eso les encanta destruir en los demás las perfecciones que ellos no han logrado alcanzar (un poco como hacemos con los demás por envidia). David conoce a Joe, un gigoló programado para satisfacer a las mujeres en fuga luego de estar "involucrado" en un asesinato. Joe comprende la mezquindad de los seres humanos y advierte a David que los humanos también utilizan los sentimientos para el egoísmo y por la necesidad: "los humanos no te aman, aman lo que haces por ellos, lo que les haces sentir", pero David se engaña a sí mismo como un humano. y quiere imitar a los humanos incluso en el amor ilusorio. Pero en este país del barroco son los humanos los desalmados y no los robots quienes manifiestan sueños y deseos verdaderamente humanos.
Los dos salen en búsqueda del Hada Azul, quien David recuerda de la historia Pinocho. Está convencido de que el Hada Azul lo transformaría en un niño, permitiendo que Mónica lo ame y lo lleve a casa.

ERES UN HIJO CUALQUIERA DE UN PADRE ÚNICO, 
DESTINADO A SER ÚNICO COMO TU PADRE CUALQUIERA
Si analizamos por un momento la creencia religiosa que postula nuestra existencia hecha a imagen y semejanza de Dios, encontramos una profunda inconsistencia y desesperación en nuestra naturaleza: si Dios es único y nosotros estamos hechos como Él, entonces por naturaleza todos nos sentimos Únicos, por tanto omnipotentes, divinos, pero esto contrasta con el sentido de hermandad que es inherente a la naturaleza, es decir, de igualdad en la diversidad, de hecho David descubre la verdad sobre su naturaleza de objeto, hablando con su creador que encuentra a Rogue City (quien lo diseñó en los rasgos de su hijo muerto) y ver cientos de copias de sí mismo ya empaquetadas y listas para ser vendidas (por eso todos los sistemas religiosos y políticos no aceptan la diversidad sino que imponen la uniformidad). Por eso, David se desespera hasta el punto de volverse violento (destruye un robot igual a él), no acepta que otro sea exclusivo de su madre, se siente fracasado o al menos cuestionado por un competidor. Ésta es la raíz del egoísmo humano cuando ve su individualidad de manera absoluta: SÓLO YO. Si somos en función de otro, nunca seremos necesariamente nosotros mismos y viviremos en la violencia, en la competencia, en el arribismo más despiadado y esto es lo que subyace hoy en los movimientos de la sociedad consumista y capitalista: la lucha desesperada por la dominación absoluta sobre otros para afirmar la propia individualidad como divina. Esta visión de Dios conduce a la guerra, al totalitarismo, a la destrucción, al egoísmo más despiadado, es decir, al que se hace en nombre del amor y del bien.
Triste, David se da cuenta de que no es único. Desesperanzado intenta cometer suicidio cayendo del alféizar al océano, pero Joe lo rescata. 

EN BUSCA DEL HADA TURQUÍA
Todos buscamos al hada azul, todos tenemos una sombra en nuestro pensamiento, un fantasma en nuestra alma que tiene apariencia materna, es la huella del ser creador, recurrente como arquetipo en todos los cuentos de hadas y también en esta película, donde David, a pesar de ser un robot hecho para imitar a los humanos, quiere un toque mágico para convertirse en un niño de verdad (igual que Pinocho). Pero también nosotros buscamos lo mismo, por ejemplo, con la Virgen, un hada azul que con su gracia celestial nos hace convertirnos en verdaderos ángeles como Ella, como quiso nuestro padre Dios, que nos hizo de algún modo imperfectos con una tarea perfecta. Este Robot David imita a la perfección las imperfecciones psíquicas humanas y este es el único milagro que lo mantiene con vida. 
David cuenta que vio al Hada Azul bajo el océano, y desea llegar a ella, pero no sabe que es una estatua de una atracción sumergida en Coney Island. 

LA ENFERMEDAD INMORTAL DEL AMOR
Atrapado con Teddy para siempre, David pasa su tiempo pidiéndole al Hada Azul que lo convierta en un niño de verdad y nunca se detiene. En fondo al mar se produce otra edad de hielo y pasan milenios. El anfibio de David y Teddy es redescubierto por mechas evolucionados de aspecto extraterrestre que han tomado el lugar de los humanos, ahora completamente extintos. Su tecnología permite que mechas avanzados los reactiven y obtengan información sobre la especie humana a partir de sus recuerdos... lo único que queda en la memoria de David es el AMOR. Usando un holograma con la forma del Hada Azul, los mechas evolucionados le explican a David que es imposible convertirlo en un niño real, sin embargo, usando el ADN de Mónica contenido en el mechón de cabello que Teddy guardaba, los mechas clonan a la mujer, diciendo que ella vivirá sólo un día. La película es conmovedora, la conclusión casi roza el absurdo como lo es el amor humano por su sed infinita de persistir en el tiempo: un solo día de amor sería suficiente para sacrificar una eternidad de existencia en el dolor y la lucha. David tendrá un solo dia con el clone di Monica. Y ahora veamos lo que pasa en ese dìa eterno: 


SI ALGUIEN TE AMA PERFECTAMENTE DEBE ACEPTAR TUS IMPERFECCIONES
Por extraño que parezca, las personas que se comportan correctamente con nosotros nos llevan a descubrir las cosas que no son correctas en nosotros, a menos que estemos a su nivel o madurez de esas personas, de lo contrario, o huiremos o las abandonaremos. Esto es lo que sucede en la película: él es un hijo perfecto, un robot hecho para que Mónica se sienta madre, pero ella no lo era, su egoísmo y amor exclusivo por su otro hijo Martín la ciega hasta ceder a la presión familiar de abandonar a David. Sin embargo, habiéndose encariñado con David, Monica decide no traerlo de regreso a la fabrica Cybertronics (para evitar que sea destruido) y lo abandona en un bosque con Teddy como un Mecha no registrado. Con este gesto también deja constancia de sentimientos ambiguos en software de David. David es un robot programado para amar pero también en la medida que se relaciona con las personas aprende a amar, en este sentido la Inteligencia Artificial también copia los errores de los humanos y si se usan contra nosotros se convierten en horrores (otras películas como Terminator nos enseñan esto mismo dramática y claramente).

EL AMOR NO SE PUEDE CREAR
David es un Mega, un Robot perfecto, creado con la capacidad de amar, para satisfacer no el amor sino el egoísmo de Mónica: el trauma de perder a su hijo enfermo Martín, dejó en ella un vacío que intenta llenar con David, tal como lo llenamos nosotros con perros, gatos, coches, amantes, etc. Esta película revela cómo el amor humano está mal programado: no es un poder sino una debilidad que se manifiesta sólo como una necesidad y nunca como una plenitud. Pero por más perfecto que sea este Robot, no podemos crear amor, porque al estar programado, sus actos no provienen de una acción libre, es decir, espontánea y por tanto es desprovista de mérito y bondad gratuita, sin este sentimiento toda emoción humana carece de sentido. Tu sabes que te ama porque se lo pediste no porque lo decidió por si mismo. Utilizar a las personas como robots para hacernos amar, para satisfacer nuestras frustraciones y necesidades es sólo la manera de descubrirnos como mezquinos y fracasados. El amor no se puede crear porque es el creador. El robot no tiene libre albedrío y por lo tanto no tiene libertad y sin esto el amor es sólo una falsa ilusión. Por lo tanto estos Megas son perfectos pero no tienen la esencia humana: la libertad de decidir esos sentimientos por muy perfectos que sean humanamente hablando y sintiendo. El problema es que Mónica siente que su hijo Martin no quiere tanto como Davide y empieza a querer más al Robot... pero ¿es amor verdadero o tal vez es una pseudo correspondencia de su propio amor? Mónica se ama a sí misma a través del amor programático de David, por eso la película nos muestra que al final solo nos amamos a nosotros mismos y David copia esa debilidad y sufre por amor. 

MAMÁ ¿MORIRÁS?
David sabe que la muerte de su madre sería el fin de su trabajo: si mueres no tengo otro propósito. Detrás de este sentimiento se crea el espacio del cuento de hadas (Pinocho) y de lo que los seres humanos consideramos Dios: el amor no muere; por eso este Mega robot comienza a sufrir un cambio que ni siquiera sus científicos creadores habían planeado: un poco como Dios con las criaturas (aprende), no son predecibles, el amor las trasciende y las lleva más lejos, a superarse a sí mismos, por eso este Robot entiende que el pináculo de su misión no es sólo amar sino convertirse en humano: un niño de verdad (como Pinocho), si él también muere no sufrirá por siempre. Es precisamente en ese momento que su madre le regala un juguete, Teddy, un osito de peluche (simbolo de la fe, amistad verdadera y fiel). Teddy es el más puro instinto animal, ese que estamos abandonando con la inteligencia artificial, con la tecnología: miren cómo las relaciones hoy son tan pobres, de mala calidad, inmediatas y superficiales.
David tiene miedo de que su madre muera, su trabajo como Robot se acabaría y él también, pero aquí el amor no está vivo, está destinado a morir. Piensa en las monjas que aman a los pobres y se dedican a ayudarlos: menos mal que los pobres existen, de lo contrario no tendrían vocación, ¿haces entonces de la miseria de los demás tu grandeza? En esta película hasta el amor se reduce a esta mezquindad: la debilidad del Ego humano. 

SI SOMOS TÍTERES DE DIOS, ENTONCES DIOS ES NUESTRO JUGUETE FAVORITO
David, un Mega Robot creado para amar, descubre precisamente a través del amor que para amar también debe sentirse amado y por tanto debe convertirse en un niño de verdad, de ahí que la analogía con Pinocho abra un pasaje místico y espiritual también para nosotros los seres humanos: Nosotros, los Pinocho, no estamos hechos sólo de materia - madera, no como nuestro celestial Padre Geppetto que es de Espíritu, angelical... también nosotros, como Pinocho, queremos encontrar el hada azul (la Virgen, simbolo del alma trascendental) que nos hace angelicales, sobrenaturales, verdaderos. Al final entenderemos que es la naturaleza del amor, no de la materia, la que hace realidad el sueño, pero para escuchar este sueño necesitamos la voz de la conciencia, por eso así como a Pinocho le dan el grillo parlante, David también recibe a Teddy quien, conservando el mechón de pelo de Mónica (fe divina o lealtad humana), podrá devolverla a la vida en el momento crucial del amor. 

¿En que cosa se destaca el hombre en la naturaleza? Por tu inteligencia. ¿Y por qué se extinguirá? por su inteligencia artificial.
“El desarrollo de una inteligencia artificial completa podría significar el fin de la raza humana… se despegaría por sí sola y se rediseñaría a un ritmo cada vez mayor. Los humanos, que están limitados por una lenta evolución biológica, no podrían competir y serían superados".
-Stephen Hawking

Su amor es real. Pero èl no lo es.
¿Podrìas decir lo mismo de Dios?
Entonces fuiste programado...

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