Frankenstein

"La invención no es una creación de la nada, sino del caos".

“Después de días y noches de increíble trabajo y esfuerzo, pude descubrir la causa de la generación y la vida; más aún, yo mismo me volví capaz de dar animación a la materia muerta".
Victor Frankenstein

FRANKENSTEIN ... Introducción 
Esta novela de Mary Shelley, escrita en el año 1816, época en que el romanticismo impregnaba la literatura, es mundialmente conocida. Fue entonces cuando la historia de amor del Dr. Victor Frankenstein con su amada Elisabeth también se tiñó con tintes de sátira científica y terror, una nueva tendencia que estaba en auge en esa época. En nuestra concesión común, sin embargo, a menudo se distorsiona la figura de Frankenstein, ya sea porque se presenta como una parodia, como en la familia Adams, donde el monstruo es un ser ridículo y mecánico, o como una figura del infierno, como en las películas de terror donde representan a este monstruo sin sentimientos humanos. Otro grande error que se volvió común (especialmente los que no conocen la historia) es que piensan que Frankenstein es el monstruo cuando en cambio es el Doctor Victor Frankenstein quien creo el monstruo. 
La realidad, como veremos en este análisis, es bien distinta, digna de un cuento de hadas con mensajes espirituales y psicoanalíticos verdaderamente fascinantes y muy profundos. El mensaje esoterico que se esconde en esta figura tiene que ver con cada uno de nosotros.

EL ARQUETIPO DEL VIAJE...
La historia comienza con un viaje… este viaje es un símbolo de nuestra búsqueda, un viaje espiritual, el viaje para conquistarnos a nosotros mismos. En todos los grandes libros está el contexto del viaje: el viaje que hace Caperucita Roja para ir donde la abuela, los viajes de los 12 caballeros de la mesa redonda en busca del Santo Grial, el viaje de la Comunidad del Anillo en El Señor de los Anillos, los viajes que hace Don Quijote por Castilla, los viajes en las Crónicas de Narnia, etc. Nuestra vida misma no es más que un viaje. En nuestra novela de Frankenstein, el viaje es hacia el Polo Norte, porque el Capitán Robert con su nave y sus hombres quieren conquistar esta meta hasta entonces desconocida, en el año 1794. ¿Que cosa significa el polo norte? 

TENEMOS QUE VOLVER... AL PASADO
Partir en busca de algo nuevo, sagrado, grandioso y, de alguna manera, divino o mágico, ese es el objetivo del viaje llamado "Vida". Este viaje conducirá al descubrimiento de algo antiguo: la reafirmación del mundo caído, de uno mismo. Se habla muchas veces del viaje interior, en busca de si mismos, no es algo nuevo sino muy antiguo. Ya lo decía Aristóteles: “No es tanto el descubrimiento de cosas nuevas, como saber hacer siempre nuevas y vitales las cosas viejas”. El Polo Norte, por lo tanto es el lado más lejano de la tierra, es símbolo de origen, de nacimiento, con el Norte nos orientamos, el conocimiento de si mismo nos da la justa via u orientación, es el viaje del salmón que regresa a las fuentes del río que lo vio nacer, tu inconsciente y la orientación de tu alma. A nivel psicológico, el Polo Norte de la conciencia humana es la infancia; de hecho, el Capitán Robert está realmente en apuros, porque el hielo hizo encallar su barco (no recordamos la infancia, varado en el olvido), sus hombres se arriesgan a morir, pero él quiere obstinadamente avanzar sin mirar atrás: como muchos de nosotros, queremos mirar solo hacia el futuro negándonos a mirar hacia atrás, a nuestro pasado. Es entonces cuando Robert y sus hombres ven a un hombre que apenas se arrastra en el hielo: es el Doctor Frankenstein quien aconseja a todos los marineros que se devuelvan y regresen si quieren vivir.


CUANDO LA CABEZA ESCUCHA AL CORAZON
El Dr. Frankenstein aconseja a todos los marineros que regresen si quieren vivir. Robert (el hombre de ciencia) no acepta órdenes, porque es el capitán, pero a lo lejos los gritos de pánico de una extraña criatura asustan a todos. La razón no puede comprender este miedo, el ser humano no solo debe confiar en su razón o intelecto, sino también escuchar su corazón y sus sentimientos. Es entonces cuando el Capitán Robert decide escuchar la historia del Doctor Frankenstein quien les explicará quién es el monstruo que que los cazará si no siguen su consejo (un monstruo que reside en todos nosotros). El verdadero sabio, o científico como diríamos hoy, conoce bien el principio de la INCERTIDUMBRE, por eso escucha. Y aquí iniciamos el cuento de la historia del Doctor Victor Frankenstein... 

LA INFANCIA DE VICTOR FRANKENSTEIN
El doctor Victor Frankenstein lleva al capitán Robert al pasado. Comienza contando su historia, 21 años antes, 1773, cuando era un niño y bailaba en las salas con su madre (Amor de Edípo por los padres a los que consideramos dioses cuando somos niños), mientras que la dama de llaves tocaba el piano. Esta dama o criada de confianza también enseñó a su hija Justine a tocar el piano. Justine tenía casi la misma edad que Víctor y ya lo miraba con cierta actitud de agradecimiento y placer. Justine representa en nuestra vida una situación o persona a la que no le damos importancia (es la hija de la criada) y sin embargo toca el piano, tiene una sensibilidad notable, es el camino de la humildad y la empatía al que no le damos alguna importancia (no es costumbre social ver las realidades que importan). Entre Victor y Justine, sin embargo, hay otra recién llegada: el padre entra en la casa y lo acompaña una niña huérfana llamada Elisabeth, que será adoptada por la familia. Es importante recordar esta figura infantil que ama en silencio a Víctor porque la nueva niña, Elisabeth, será el amor de la vida de Víctor, así que entre Justine y Elisabeth se crea un abismo. Todos nosotros en la vida experimentamos este abismo entre lo que amamos y lo que nos ama pero nunca correspondemos.

LA MUERTE MATERNA, UN CORTE EXISTENCIAL
Un corte umbilical existencial: la muerte de la madre, este arquetipo se presenta en casi todos los cuentos de hadas. Cenicienta y Blanca Nieves son dos de las muchas protagonistas que quedan inmediatamente huérfanas de madre. La Madre es el Yin, la parte del instinto y espiritual de la psique, la que nos deve volver a hacer nacer a otra dimensión. Es la búsqueda del sentido de la existencia. Frankenstein quiere seguir el legado de su padre: ser médico, incluso su madre honra a Víctor cuando le dice: "Serás mejor médico que tu padre". A pesar de ser el mejor médico de Ginebra, su padre no podrá salvar a su esposa de la muerte mientras da a luz al hermano menor de Víctor. La madre de Víctor murió en 1780, desde entonces el niño quiere vencer a su padre y vencer a la muerte con la medicina. Esta es la esencia de la RELIGIÓN: dar sentido a la muerte, no a la vida y por eso se equivocará tanto como la ciencia. Victor no hace las paces con la vida sino que se dedica a luchar contra la muerte. 

FRANKENSTEIN Y EL NUEVO PROMETEO
La existencia de Frankenstein se ve trastornada por la muerte de su madre, contagiada por Elizabeth, enferma de una forma leve de escarlatina. La madre debe morir para poder dejar espacio al amor adulto en el niño (morir en el sentido de dependencia psíquica), Elisabeth será la futura esposa de Víctor; el símbolo aquì es claro, el contagio que mata a la suegra es para salvar al niño de su obsesión de amor posesivo (el amor de Edipo termina siempre con la muerte psíquica de los padres, cuando nos hacemos independientes de ellos, cuando encontramos el amor en este caso Elisabeth). Esta locura se derrama hacia la vida: queremos poseerla y dominarla y esta será la locura de Víctor (de la ciencia y la religión): vencer a la muerte. Sobre la tumba de su madre, el joven Víctor dice: "Madre, no debiste morir, a esto le pondré fin. Lo Prometo". A partir de ese momento Víctor ha hecho un mayor esfuerzo por estudiar medicina, olvidando sin embargo que la medicina es una ciencia que defiende y eventualmente alarga la vida, mientras que Víctor quiere una medicina que mate a la muerte, que mantenga a las personas siempre vivas. Es un Prometeo que quiere robar a los dioses el fuego de la vida o el secreto de la muerte.

EL AMOR ES HUÉRFANO HASTA QUE LO DEJES LIBRE
Si analizamos todos esos cariños con los que tratamos a los amantes (niña linda, papi, mamacita, nena, chiquitín, etc...), son un claro indicio de que vivimos las sombras y los fantasmas de nuestros padres con las personas que amamos, es un pasaje psíquico obligado. Aunque no lo veamos o reconocemos, la persona amada es un transfert o trasferencia psicologica del amor del padre o de la madre. 
Elisabeth se convierte en una bella joven, bonita, atractiva, muy aficionada a Víctor: el huérfano será el amor de Víctor (porque el amor siempre sabrá a huérfano ante la grandeza de las personas que amamos y nunca podremos poseer de manera absoluta), ella se convierte en la luz de sus ojos, la mujer soñada y amada. Elisabeth es muy maternal con Víctor, lo empuja a divertirse, a descubrir que la vida está llena de cosas hermosas además de los libros y sus investigaciones, tal como años atrás su madre hizo con el niño Víctor. Buscamos huellas parentales en la persona amada mientras que seamos aun niños y con ellas nos comportaremos como padres frustrados: posesivos y celosos. Es una consecuencia que amemos a nuestras futuras parejas como nos amaron nuestros padres, porque el amor es un lenguaje emocional y sentimental. Y todo el amor que nos hizo falta, intentaremos exigirlo a las personas que amamos. 


DEJA LA CASA O EL ÚTERO FAMILIAR Y NACE AL MUNDO, NACE A TU PROPIA VIDA.
En 1793, Victor Frankenstein fue a la ciudad de Ingolstadt para asistir a la universidad de medicina. El camino espiritual comienza siempre con la separación, el desprendimiento de la familia, de la patria, de los amigos, el abandono de la casa paterna, el corte de ese cordón umbilical psicológico, porque nuestra independencia de los padres no debe ser sólo económica o topográfica o geografica, es decir ir a vivir a otro lugar lejos de ellos, pero sobre todo psicológico (hoy viven pegados al cordón umbilical de los teléfonos y los videos). Las personas deben aprender, en el camino de la vida, a separarse de todo y de todos, hasta llegar a la separación misma del hombre de Dios: os conviene que yo me vaya (dijo Jesús a sus discípulos)... Dios mío Dios mío porque me has abandonado (le dijo Jesús al Padre Eterno), porque al final con la muerte también debemos separarnos de la misma vida. Todo nace con la separación. 

TENEMOS SED DE INFINITO
El doctor Víctor Frankenstein no se ajusta a las reglas de la escuela, quiere ir más allá de los principios de la medicina, tiene un espíritu de genio, como decía su madre: "Estabas tan hambriento de conocimiento". Víctor quiere crear al hombre, un poco como Dios, pero un hombre inmortal, un hombre perfecto, sin defectos. A nivel psicológico, cada uno de nosotros también crea una imagen de sí mismo en su propia mente: "Hay quienes se consideran hermosos, o fuertes, o inteligentes, o sexys, o superiores, etc.". En otras palabras, la autoestima es la imagen sentida que cada uno tiene de sí mismo. Es imposible vivir en una situación sin autoestima, sería como vivir sin oxígeno, o dejar una herida abierta sin curarla. Si creemos en la ideología que nos enseña que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, en consecuencia el hombre actúa como Dios y crea un Dios o un superhombre a su imagen y semejanza o para su uso y consumo. Entonces, si el hombre crea un monstruo, nosotros también somos monstruos de Dios.

HAGAMOS UN YO A NUESTRA IMAGEN Y SEMEJANZA
Lo que hizo Victor Frankenstein es lo que hizo Dios y es lo que cada uno de nosotros hace en la vida diaria: ¡Una imagen de sí mismo!. Pero, ¿a quién estamos imitando? Víctor para construir este Hombre, que más tarde será el monstruo que conocemos falsamente como Frankenstein (cuando en realidad no tiene ningún nombre), cosido a pedazos de cadáveres robados de los cementerios (el cerebro de un científico, los brazos de un guerrero y el corazón de un granjero, etc...) , un poco como nosotros: tenemos los pensamientos de Jesús, las intenciones de Buda, los sentimientos de la Madre Teresa de Calcuta, la fuerza de lucha de un Ulises... otros en cambio tienen el peinado de Michael Jackson, caminan como sus modelos favoritos, hablan como su cantante favorito... todos construimos psicologicamente un Frankenstein a nuestra imagen y semejanza... pero ¿estás seguro de que las piezas que coges son las correctas? ¿Estamos realmente construyendo un Hombre perfecto o un monstruo que nos perseguirá toda la vida y nos hará morir?

FRANKENSTEIN MODERNI, CARROCERÍAS RECONSTRUIDAS PARA EL USO Y CONSUMO DE LA SOCIEDAD.
Es particularmente notable que el doctor Victor Frankenstein no tenga en cuenta el valor espiritual del cuerpo. Toma pedazos de cadáveres y los une, para él “son solo materias primas. Tejidos para ser reutilizados". Esta es la imagen perfecta de la mentalidad materialista contemporánea que no reconoce el valor del alma, los sentimientos y la espiritualidad. El ejemplo llamativo es también el de la medicina moderna con la clonación, que ve al hombre como una máquina, un artilugio, sin tratar o tener en cuenta los sentimientos y el alma, sin mencionar la cirugía estética donde las personas no se aceptan por lo que son y tratan de modificarse; es una búsqueda para no ver las partes MUERTAS que yacen enterradas en nuestro inconsciente y quieren darles una vida artificial, por lo tanto personas con personalidad psicologica destruidas, en pedazos, según un estándar social impersonal que quiere que todos seamos maniquíes homologados. 
PD: foto post, imagen de la película "La piel que habito"

CONSTRUYENDO UN YO SIN EL AMOR DE UN TU
Víctor Frankenstein está absorto, sobrecargado por su experimento, construyendo un SER HUMANO, como cada uno de nosotros trata de hacer un YO, tanto que se olvida del amor, se olvida de Elisabeth, tanto que ella hace un viaje para ir a encontrarlo: Víctor no quiere afrontar el encuentro con Elisabeth que viene a visitarlo, no quiere salir a la ciudad que está azotada por la plaga del cólera. El amor por Elisabeth y el miedo a la vida son inferiores al deseo de seguir construyendo a su Hombre, a su Criatura.
A menudo una pasión nos abruma y nos quita la atención hacia la persona que amamos. Nos dedicamos a trabajar, estudiar, jugar, etc. y descuidamos todo lo demás. Esta es la razón por la que Elisabeth duda del amor de Víctor:
- “¿Cómo se vive con este hedor?” ella le preguntó viendo su laboratorio en pleno caos, pero él no entendió.
- “Elisabeth, te amo infinitamente, pero…”, ella se marcha dicniendo “Adiós”.
De hecho muchas veces no vemos el amor porque solo nos miramos a nosotros mismos, perdidos en nosotros mismos no reconocemos cuando una persona que nos ama y nos encuentra nos puede ayudar a encontrarnos. Victor està construyendo un ser Humano pero no se comporta como un ser humano es decir amante y enamorado. 

EL MONSTRUO ESTÁ DENTRO DE CADA UNO DE NOSOTROS
Después de grandes esfuerzos ese montón de carne y órganos, cosidos y sometidos a grandes descargas eléctricas, cobran vida, se mueven, el doctor Víctor Frankenstein ha creado un hombre hecho a su imagen y semejanza, ha vencido a la muerte, pero... la voz de la conciencia, en la forma de la voz de su profesor de medicina, le reprocha: “Cómo podías imaginar lo que habrías liberado. ¿Qué habrás juntado con pedazos de ladrones, pedazos de asesinos? Mal cosido al mal, cosido al mal, cosido al mal. ¿De verdad crees que esta Cosa estará agradecida por su monstruoso nacimiento? El mal tendrá su venganza. Hay que ayudar a los que amas". Es terrible cuando descubrimos que ese monstruo es una parte que vive en cada uno de nosotros: es la imagen de nosotros mismos que hemos creado en nuestra alma a través de ideologías, tendencias sociales, influencias culturales, modelos morales y éticos, imitaciones de ídolos y estrellas, traumas infantiles, desengaños amorosos,...etc, son todos pedazos de algo que hemos cocido en nuestra psique formando nuestra imagen o lo que llamamos personalidad. Nos identificamos con este monstruo a tal punto que erróneamente lo llamamos "FRANKESNTEIN" pero en realidad en el libro el monstruo no tiene nombre, toma el nombre de su creador, personifica algo que en realidad no somos nosotros mismos. Somos la suma de nuestras creencias, de pedazos de ideologías, sentimiento, emociones y pensamientos que recogemos por doquier 

FRANKENSTEIN, LA SOMBRA DE VICTOR
Cada persona tiene estas dos dimensiones dentro de si misma: un ángel y un demonio, un Dios y un satanás. Dostoievski describió maravillosamente nuestra dualidad interior: hay días en que nos sentimos bien y buenos, con deseos celestiales, como si fuéramos santos, tan cercanos en espíritu que tocamos el cielo con un dedo, sonreímos a todos, somos desinteresados, dispuestos a ayudar; otros días en cambio queremos matar a todos, herir a los que nos miran mal o a los que ni siquiera nos miran, tenemos deseos tan perversos en la mente, rencores tan crueles, tentaciones tan atroces del mal, que ni el diablo nos asustaría, iríamos al infierno a despecho de los que creen que podemos sufrir. Estos dos estados del alma humana son como un zig-zag, de vez en cuando aparece uno u otro, días de sonrisas y días de llanto, a veces deseamos vivir lo más posible y otras veces deseamos morir de inmediato. "Un abismo llama a otro abismo, al estruendo de sus cascadas" como dice el salmista. El hombre maduro es precisamente el que mantiene en equilibrio estos dos mundos, el que acepta su mal y no se engaña sobre su bien, el que no se deja desanimar por sus limitaciones pero tampoco se deja engañar por su capacidad, sin límites para soñar, tiene los pies en la tierra mientras mira siempre al firmamento. Poder mirarnos a la cara, ver a esta criatura que, como dijo Víctor Frankenstein, "parece deforme y monstruosa a la vista", sin remordimientos, sin desesperarse, esa es la grandeza de un alma. Víctor, en cambio, en cuanto vio su trabajo se desesperó, se miró al espejo y se asustó de sí mismo.

EL DIARIO DE NUESTRO INCONSCIENTE
Víctor piensa que la Criatura está muerta, así como nosotros pensamos que nuestro verdadero yo, el inconsciente, el alma no existe, que nuestra dimensión espiritual no existe. Víctor cierra el diario (símbolo de nuestra conciencia, la voz del alma) donde había escrito todo sobre su obra, el diario que su madre (arquetipo de lo divino en nosotros) le había dejado como regalo antes de su muerte. Pone el Diario en una capa en forma de abrigo (simbolo de la razonabilidad), pero lo que no sabe es que la Criatura, desnuda, antes de escapar del laboratorio, se llevó ese abrigo para cubrirse y con él también el diario que estaba en su bolsillo, queda en manos de la Criatura, de hecho ese diario es simbolo de nuestro inconsciente, donde estàn todos nuestros movimientos, intenciones, recuerdos, olvidos, traumas, emociones... Pero la Criatura aún no sabe leer, así como nosotros no podemos escuchar ni entender el inconsciente.

"Aprende de mi ejemplo,
no de mis palabras,
lo peligroso que es adquirir conocimientos
y cuánto más feliz es el hombre convencido
que su patria es el mundo entero,
de quien aspira a mayor poder
de lo que permite la naturaleza".
-- Víctor Frankenstein --

LA CRIATURA EN EL EXILIO
La criatura inicia su viaje como mendigo, miserable, vagabundo, rezagado en las calles… es la imagen clásica de nuestra sombra: olvidada en las regiones más remotas de nuestra mente y alma. Nosotros también existimos exiliados por un Dios creador que parece habernos abandonado.
- “Agarrenlo… es el diablo que propaga el contagio”, grita la gente en las plazas, mientras la Criatura es burlada y golpeada. Una idea comúnmente generalizada, bastante errónea, es ver el inconsciente como un basurero, un lugar donde van a parar todas nuestras desgracias olvidadas, nuestros errores no aceptados, nuestras heridas sin cicatrizar, cuando en realidad hay mucho más y lo mejor: la Criatura, por ejemplo, demuestra una fuerza extraordinaria (vuelca carruajes, arroja seis y siete hombres todos juntos a la vez). Esta es la imagen perfecta del inconsciente, porque allí están nuestros potenciales ocultos, nuestras fortalezas no reconocidas, nuestros sueños más reales. La criatura es dócil, por lo tanto no es mala, sin embargo se vuelve violenta cuando es tratada con crueldad, tal como sucede con nuestra conciencia. 

Non avevo idea
che tanta infelicità
potesse nascere dall'amore
--- Victor Frankenstein ---

LA CRIATURA VIVE EN ESTADO SALVAJE
La Criatura huye hacia el bosque, imagen simbólica muy apropiada para el inconsciente, porque significa la paz de la naturaleza, el silencio del corazón, la tranquilidad del espíritu, el hábitat natural de nuestra dimensión interior. En todos los cuentos el bosque es el lugar donde encontramos el sendero. La criatura se ve obligada a comer comida de cerdos y bestias, por lo que si muchas veces guardamos el mal en nuestro inconsciente es porque lo alimentamos, es lo que hemos recolectado. Sin embargo, la criatura encuentra una choza y mirando detrás de las rendijas y los huecos de las paredes, ve una familia ideal, justamente lo que necesita nuestra interioridad: la unión y el amor de una familia. Si demostramos amor hacia nosotros mismos de la manera correcta, entonces el inconsciente se ablanda: la criatura se ablanda ante el amor de esa familia e incluso, sin que él lo sepa (tal como lo hace el inconsciente), los ayuda: recoge todas las papas que ellos no habían podido hacer, por la dureza de la tierra y las heladas, hace trabajos en el campo que la familia no logra terminar y la creatura a escondidas hace todo. La criatura pone su fuerza bruta pero beneficiosa, pura y desinteresada al servicio de la familia. La familia està sorprendida, piensa que sea un espíritu benevolo que les està ayudando. Asì nos sentimos cuando se activa dentro de nosotros la consciencia del alma, fuerza extrañas que nunca habíamos visto nacen en nosotros y podemos hacer cosas que antes ni imaginábamos. En otros cuentos la creatura es incluso un animal (instinto animal), porque la parte animal es la que màs cerca permanece del contacto con la naturaleza, es salvaje en sentido positivo es decir pura y autentica. 

LA TERNURA DE LA CRIATURA
La criatura (a la que arbitrariamente conocemos con el nombre de Frankenstein) se enamoró de esa familia, siempre los escuchaba escondida detrás de los muros, los observa, en la noche mientras duermen, cosecha papas, quita la neve del camino, parte leña y la trae frente a la casa como un don... Es el amor y la ternura que se esconde detrás de cada alma si se sabe escuchar y darle buen ejemplo.
La Criatura piensa y reflexiona en manera muy profunda:
"¿Podría el hombre ser a la vez poderoso, virtuoso y magnífico, y sin embargo tan vicioso y cobarde?... Durante mucho tiempo no pude concebir cómo un hombre podía llegar tan lejos como para asesinar a su amigo, o incluso por qué habían leyes y gobiernos... oí de división de bienes, de riquezas inmensas y miserias escuálidas, de clases, de filiaciones y de nobleza... ¿Y qué era yo?... Yo estaba dotado con una apariencia horriblemente deformada y repulsiva; ni siquiera era de la misma naturaleza que el hombre".
Analizando a la Criatura podemos comprender cómo somos los malos que hemos sufrido, pero nuestro comportamiento también depende del bien que nos muestren, no somos sólo reacciones químicas sino también físicas. A nivel material, por tanto, nuestra formación depende de cómo hemos sido tratados: amados u odiados. Hasta que no interviene la fuerza del espíritu, la Criatura en nosotros actúa según la ley de causa y efecto.

LA INTUICIÓN DEL ABUELO
En esa familia hay un abuelo, ciego, que ante estos extraños hechos dice: “Seguro que son regalos del buen espíritu del bosque”. Los demás miembros de la familia no creen que sea un espíritu sino alguien, como dijo el padre de familia: “Siempre se paga un precio por todo en este mundo. Me gustaría saber quién lo hizo y por qué". Perder de vista el sentido de la gratuidad es una de las mayores tragedias de nuestros días, porque el verdadero amor sólo vive de la gratuidad. Hoy vivimos en un mundo capitalista donde todo tiene un precio, por lo que lo gratuito casi siempre esconde una trampa.
El abuelo toca la flauta mientras en silencio la criatura escucha y aprende. La música es símbolo de nuestra introspección, de nuestra oración, de la capacidad de entrar en contacto con nosotros mismos. Es a través de la belleza que experimentamos y tenemos contacto con lo sobrenatural y el inconsciente. El abuelo es símbolo de la sabiduría arcana que comprende, escucha y sabe lo que sientes, por eso es ciego, los sabios ven con el corazón. 

SÉ AMIGO CONTIGO MISMO
La Criatura vive detrás de los muros, escondida, espía a la familia entre los marcos de madera de las ventanas, desde las grietas de las paredes, al igual que el inconsciente en nosotros, todo lo ve, hasta lo que nosotros no vemos. Además de la música, la Criatura también aprende a leer viendo a la madre que le enseña las letras a la niña. Este pasaje es conmovedor en la novela: hasta nuestro inconsciente sabe hablar si dejamos que el niño que llevamos dentro se exprese en él. La primera palabra que pronuncia la Criatura es "Amigo". La amistad es la relación más equilibrada que puede existir en el amor, no peca de falta de afecto como el simple conocimiento y no peca de exceso de posesión como suele ocurrir entre amantes, por eso con el amigo te sientes libre de ser lo que eres (tristemente no pasa lo mismo entre los que dicen de amarse porque no son el fondo amigos). Incluso en el señor de los anillos, la comunidad estaba atrapada frente a las puertas de Moria (el inconsciente), la puerta no se abría, había que decir la palabra mágica, hasta que el mago Gandalf la encontró: "Digan amigos y entren" !. La criatura siempre tuvo miedo de ser rechazada por su apariencia, pero la niña no tenía miedo, porque a nivel psicológico tenemos que entender que la niña es tan inocente como la Criatura, son dos aspectos de nuestro niño interior.

METÁFORA DE FRANKENSTEIN, LA POBRE CONDICIÓN HUMANA
¿Nuestra mentalidad? es la de un monstruo hecho de pedazos, pedazos de ideologías, modas, tendencias, religiones, sueños utópicos, partidos políticos, hemos sido hechos y creados a imagen y semejanza de la sociedad de consumo, para consumirnos, para producir, para gastar, para ser robots, monstruos al servicio de una ciencia dominante.... “¿Alguna vez has querido hacer algo peligroso? ¿Dónde estaríamos si nadie tratara de averiguar qué hay más allá? ¿Alguna vez has querido mirar más allá de las nubes, a las estrellas? ¿O para descubrir qué hace que los árboles florezcan? ¿Y qué convierte la oscuridad en luz? Pero si uno habla así, la gente dice que está loco. Bueno, si pudiera averiguar solo una de estas cosas, qué es la eternidad, por ejemplo, no me importaría un comino que todos pensaran que estoy loco"...
--- Frankenstein de James Whale---

CUANDO ESTÁS EN PAZ CON TU MONSTRUO INTERIOR ÉL CURA Y TU ESTÁS EN EQUILIBRIO MENTAL
Cuando aprendemos a tener una relación íntima con nosotros mismos, la amistad con el alma nos abre enormes espacios. Entonces los puntos de las costuras de la Criatura Frankenstein empiezan a ceder, por lo que las heridas sanan, es la forma de curar el alma. Cuando descubrimos esta dimensión infinita dentro de nosotros, descubrimos un amigo, cuando conosces tu alma no padeces nunca màs de soledad, estas bien contigo mismo. La persona madura tiene contacto con su mundo desconocido, está en armonía y tranquilidad, cualidades todas ellas que se encierran en el regalo de Navidad que la familia deposita fuera de la puerta de la casa, esperando a esa Criatura buena, que en secreto les ayuda, venga a llevarse el regalo
El regalo de Navidad tiene dos detalles muy imprescindibles: la dedicatoria: “Para el buen espíritu del bosque” y la flor. Son manifestaciones de aprecio y amor, lo único que nuestro inconsciente necesita para abrirse y sanar: autoestima y amor.

ACARICIA TU SOMBRA
Cuando estamos en relación con nuestro mundo interior, éste nos protege: la Criatura protege a la familia de su hacendado que viene bruscamente a pedir el alquiler de la casa. Esta protección es la intuición, perspicacia y prudencia que adquiere nuestra parte racional y consciente cuando tenemos vida interior; el diálogo entre el abuelo y la Criatura es la demostración maravillosa de este encuentro entre el Ego consciente y nuestra sombra:
-Abuelo: “Me alegro de que por fin entraras. Un hombre no debería esconderse en la Sombra"
-Criatura: "Mejor así para mí"
-Abuelo: "¿Por qué?"
-Criatura: "Porque todos tienen miedo menos tú"
-Abuelo: "No puede ser tan malo"
-Criatura: "Peor"
-Abuelo: "Te puedo ver con mis manos, si tu..."

Tenemos miedo de ver esa parte de nosotros que no es tan hermosa como la imaginamos, pero es la más real, por lo tanto es la verdad. Por eso es necesario tocarlo con la mano, es decir, con la realidad. El abuelo toca a la criatura, pero la criatura también se siente acariciada, entonces nace en la persona la conciencia de la realidad:

-Abuelo: “Pobre hombre. ¿No tienes amigos?".
-Criatura: "Hay algunas personas, pero no me conocen"
-Abuelo: "Entonces porque no vas donde ellos, que estas esperando?"
-Criatura: "No ves que yo sé que soy tan feo, mientras que ellos son tan hermosos".
Como veremos a continuación, el abuelo se equivocaba, porque no podemos ver solo con el corazón.... 

EL CORAZON VE LO QUE LA RAZON NO ENTIENDE
Había dos miembros de la familia que acogieron a la Criatura con el corazón: la niña y el abuelo, son los polos opuestos de la inocencia, de la verdad. Son la parte que representa nuestro corazón, esa dimensión que no se detiene en las apariencias, que va más allá en las profundidades. Esto le dio confianza a la Criatura de ser visto por toda la familia, pero con su gran pesar en cuanto el padre lo vio, tuvo miedo, aquí está l parte racional (el Padre), el que juzga, el que evalúa, el que cree custodiar el dominio (son la religión, la política, la ciencia, estas nunca comprenderán la extrañeza de la vida interior, de la espiritualidad, del esoterismo, de la alquimia, etc). Pero incluso en nuestras relaciones personales tenemos miedo de ser vistos por lo que somos, sabemos que no seremos aceptados si nos ven según la ley, la moral, la ética social... y aquí es donde la Criatura se defrauda de sí misma, odia su condición. (se odia a él mismo en el fondo) y busca el amor en su creador. Este es un factor de mucho riesgo (incluso las personas que se creen muy espirituales lo hacen: buscan a Dios porque ya no saben relacionarse con los hombres, cuando el encuentro con Dios es todo lo contrario: es la plenitud de saber comprender el ser humano). La criatura entonces decide encontrarse con el Doctor Frankenstein para pedirle que lo ayude a encontrar una razón para vivir: alguien que lo ame.

SOMOS INOCENTES ANTE LA VIDA
Si el mal es ceguera mental, quien lo hace no es plenamente consciente de ello, por eso Jesús dijo: "si supieran lo que hacen, no lo harían... sólo un pecado no tiene perdón, el que está contra el espíritu, es decir, el que se hace con conciencia... Dios mío, perdónalos porque no saben lo que hacen". Hasta aquí la novela revela dos caminos, uno bueno, que es entrar en contacto amoroso con la Criatura, redimirla, no tenerle miedo, apreciarla, sacar a relucir sus potencialidades. Pero también es impactante la realidad de la novela, cuando revela el otro camino, el del mal: la niña cree que su abuelo corre peligro, es golpeado por el hacendado, informa a su padre (nuestra parte racional), él corre a casa, encuentra a su abuelo con la Criatura y el equivoco es inmediato, golpea a la Criatura sin razón (sin saber que fue la Creatura que defendió al abuelo). La niña es esa parte de nuestra infancia que no queremos enfrentar, la apresurada, la escurridiza, pero tan inocente, como la niña, porque es inconsciente e ingenua. La familia sale de la casa por miedo y se va, esto demuestra el abandono de la vida interior, de la relación con la Criatura que sola se desespera, llora, tiene la oportunidad de probar su inocencia: ¡la flor que le habían dejado como regalo de Navidad! La flor es la inocencia del alma, todos somos inocentes ante la vida, ante el mal que no comprendemos y que sufrimos; pero cuando la Criatura regresa a casa la encuentra vacía, por lo que la quema y pide venganza. Si estás vacío por dentro, tu sombra te perseguirá y aquì se desata el mal ... porque nos sentimos traicionados por los malentendidos de la vida misma.

 DESESPERACIÓN INTERIOR
La casa quemada en los cuentos de hadas es la imagen clásica de una vida interior devastada, presa del instinto animal, porque a partir de ahí la Criatura de Frankenstein se revela como una bestia, un monstruo, un irracional, precisamente en el momento en que se siente injustamente acusada, incomprendido y cuando percibe que ha perdido el amor, como muchas personas que no tienen ni sentimientos profundos ni vida espiritual, cuando están desilusionados, frustrados y sin amor, el alma arde. Es entonces cuando la criatura lee el diario, se decepciona, sabe que no ha sido amado sino sólo "USADO" y termina su lectura de manera trágica, como muchas personas ante el sentido de la vida: "Estos experimentos se tienen que acabar". Creo que tarde o temprano este pensamiento y tentación pasa (con diferentes intensidades) por la mente moralista y cuerda más correcta de la humanidad: no querer vivir. Cada vez que nos despertamos interiormente nos damos cuenta de ser usados, de vivir la vida con interés, con egoismo, la dimensión material se releva la unica que hemos vivido y nos sentimos cosas entre las cosas. 

LA FALSA IMAGEN DE SÍ MISMOS
Apenas regresa a casa, Elisabeth muestra a todos el medallón con la figura de Víctor, pero es una imagen falsa porque regresa destrozada al ver a Víctor absorto en su Criatura, no dice la verdad. Entonces este medallón es nuestra imagen hecha de apariencias (como las fotos que ves en las redes sociales de la vida feliz de muchas personas que solo intentan aparentar cuando en realidad están destrozadas internamente). Ese relicario es como un trofeo de amor para ella. Pero sólo tiene de Víctor  una imagen, la apariencia, muchas veces es lo que tomamos de la vida, de las personas y de los sentimientos: apariencias ficticias y falsas. Pero la contradicción radica en esto: buscamos en los demás lo que odiamos en nosotros mismos para destruirlo... de hecho William, el hermano menor de Víctor toma el medallón y lo lleva consigo al bosque, el mismo lugar donde está la Criatura. Fíjate en este enlace: Elisabeth solo tiene una falsa ilusión de Víctor, el hermano menor de Víctor lleva esta imagen al bosque (introspección) y allí la Criatura reconoce a nuestro ilusorio niño interior. La Criatura a través de la esfinge del medallón reconoce a Victor y mata a William. Aquí está la fuerza que destruye relaciones, sentimientos, amistades, amores, destruye carreras, arruina todo dentro de nosotros... todo lo que se asemeja a nuestra dimensión espiritual perdida: el padre, Dios, Víctor el creador del monstruo... todo lo que nos recuerda a esa figura lo odiamos, descargamos en personas inocentes los recuerdos o faltas ajenas. Al matar a William la Criatura siente que está matando al niño de Victor en él. Matamos en los demás lo que nos mata por dentro.

LAS VICTIMAS DE LA CRIATURA
La primera víctima es la infancia representada en Guillermo (William) el hermano menor de Víctor, la criatura o sombra en nosotros mata al niño que llevamos dentro. La segunda víctima será Justine que, buscando a William, se queda dormida en el bosque, mientras la Criatura le coloca en silencio el medallón de Víctor: este silencio es su sueño de amor por Víctor que la llevará a la muerte. Los guardias la encuentran dormida en un granero con la medalla en el pecho y la acusan de muerte. Dentro de cada uno de nosotros siempre hay un amor latente, un deseo prohibido, ese demonio que nunca ha sido saciado, nunca escuchado, nunca tomado en consideración. Víctor presenciará impotente, frente a una multitud enfurecida, la muerte de Justine colgada de la cuerda en la plaza pública.
A medida que nos esforzamos más por escondernos de nosotros mismos, surgen nuestras tragedias. Dopo el niño interior (William) muere en nosotros el amor prohibido (Justine). 
 Aquí comienza un diálogo monumental entre Víctor y su Criatura que es el mismo diálogo que podría existir entre Dios y el ser humano:
- Criatura: Me diste estas emociones, pero no me dijiste cómo usarlas. Ahora dos personas han muerto por nuestra culpa. ¿Porque?
- Victor Frankenstein: Hay algo que consume mi alma que no puedo comprender.
- Criatura: ¿Y mi alma? ¿Tengo uno o es una parte que pasaste por alto? ¿Quiénes eran las personas que me componen? ¿Gente buena, gente mala?
- Victor Frankenstein: Materiales, nada más que eso.
- Criatura: Te equivocas...

EL COMPLEJO DE DIOS
Dios crea la vida, el hombre quiere vencer a la muerte, Víctor frente a su criatura que considera solo carne y materia, descubre que en ella tiene un alma:
- Victor: Eres materia, nada más que eso.
Criatura: Estás equivocado. ¿Sabías que puedo tocar un instrumento? ¿En qué parte de mí residía este conocimiento? ¿en estas manos? ¿en esta mente? ¿en este corazón? ¿Y leer? ¿Y hablar? No son cosas aprendidas, sino cosas que se encuentran en la memoria.
Victor: Tal vez rastros residuales en el cerebro.
Criatura: ¿Alguna vez te has detenido a reflexionar sobre las consecuencias de tus actos? Me diste la vida y luego me dejaste morir. ¿Quién soy?
Víctor: Tú... No lo sé.
Criatura: ¿Y crees que soy malvado?
Como la Criatura, también nosotros nos creemos malos para con Dios, pero esta es la condición de desventaja en la que nos encontrábamos frente a él.

EL HOMBRE ES EL INFIERNO DE DIOS, EL MONSTRUO QUE HA CREADO
Volvamos de nuevo al diálogo central de la obra y analicemos más:
-Victor: "Hay algo que me consume el alma que no puedo entender".
Víctor admite que hay un dolor interior además del físico, incomprensible, invisible. Pero Víctor está encerrado en sí mismo, no ve que ese es precisamente el mismo dolor de su criatura: el alma.
 
- Criatura: “¿Y mi alma? ¡Tengo una! ¿O es esta una de las partes que pasaste por alto?
Esta es la acusación que hace el alma contra aquellos que viven sólo en la esfera material... En resumen, cualquiera que no sienta el alma es un monstruo.

- Criatura: "¿Y tú, crees que soy malvado?"
Esta pregunta es la culminación del existencialismo si la dirigimos a Dios,  lo desconocido que sostiene el mundo y el amor divino, porque si hago el mal entonces ¿por qué Dios no me dotó de un conocimiento tal como para comprenderlo y evitarlo? No bastan las leyes frías, se necesita un por qué calido; en cambio si la dirigimos hacia nosotros mismo es el jaque mate contra nuestro miedo a enfrentarnos a la sombra, porque muchas veces creemos que el inconsciente es malo sin darnos cuenta de que somos nosotros quienes lo hacemos así.

LA SOCIEDAD ES UN MONSTRUO SIN ALMA
(sin seres humanos)
Como la Criatura se sentía mala y fea, también nosotros nos creemos malos delante de Dios, pero esta es la condición de desventaja en la que nos encontramos frente a él. La ciencia también crea muchas ventajas para nosotros, como lo hizo Victor con su monstruo, pero no piensa en nuestra alma y el hombre sin alma solo puede hacer daño con los descubrimientos científicos y lo que nos parecerá un progreso, eventualmente nos destruirá, asì como será el monstruo a destruir la vida de su creador Victor Frankenstein. Hoy estamos creando un monstruo sin alma y cuando ese monstruo se despierte nos aniquilará. 

ENCUENTRO CON LA SOMBRA
Llega un momento en la vida de cada uno de nosotros en que percibimos la muerte, el vacío, el sentido de la finitud, es cuando en la oscuridad Víctor ve a la Criatura y le dice: “Sobre el mar de hielo.. .ahí nos encontraremos". Este es el encuentro con uno mismo, la cita con la verdad, con la vida, con Dios... es el momento de mirarnos a la cara. El lugar de encuentro siempre toma las connotaciones del desierto, de los lugares inhóspitos, del frío, de la soledad: los glaciares en el caso de Frankenstein. Apenas Víctor llega al lugar de encuentro, la Criatura se abalanza sobre él, nuestro pasado está ahí, latente, siempre presente, dispuesto a saltar sobre nuestros hombros y herirnos; Víctor cae en un barranco profundo - la conciencia. En este lugar tiene lugar el diálogo más conmovedor y real de toda la novela, es el encuentro del hombre con su alma, de Víctor con su ego, su imagen, de Dios con el hombre que creó a imagen y semejanza y de hombre que creó un Dios para su propio uso y consumo.

SI QUIERES VER A DIOS DEBES MORIR
Esta frase bíblica tiene un significado simbólico: "para ver a Dios hay que morir" es decir, Dios es tu verdad más profunda, la conciencia, la luz interior de la clarividencia de la que brotan la paz, la libertad, la felicidad y el amor, pero no puedes verlo si no mueres a tu mezquindad, futilidad, ignorancia. El diálogo entre Victor Frankenstein y su criatura es precisamente este encuentro de muerte que se produce entre nosotros y nuestra conciencia:
- Criatura: "Levántate"
- Víctor: "¿Puedes hablar?"
- Criatura: "Sí, hablo y leo y pienso... Conozco las costumbres de los hombres".
- Víctor: “¿Cómo me encontraste?”
- Criatura: "Tu Diario"
- Víctor: "¿Me vas a matar?"
- Criatura: "No"
- Víctor: "Tú mataste a mi hermano, ¿no?"
La criatura describe con conmovedora frialdad la forma en que mató al niño William (es la forma cínica en que los placeres puramente materiales matan la espiritualidad de las personas). Si pudiéramos ver en nuestro interior como hemos matado con los años a nuestro niño interior, nuestra pureza, nuestro contacto directo con la naturaleza, entenderíamos las palabras de la Criatura. 

SOMOS HIJOS BASTARDO DE UN DIOS QUE DESAPARECIDO
La Criatura culpa a su creador, al doctor Victor Frankenstein: “Me diste estas emociones, pero no me dijiste cómo usarlas". Es Dios quién tiene que responder a nuestras sentencias, no nosotros a èl por nuestros errores. Esta sentencia yace en el fondo del corazón de todo ser humano, tanto hacia Dios que nos creó, como hacia nosotros mismos que no sabemos escudriñar nuestro corazón. Entonces, si de alguna manera somos condenados, el culpable no es otro que Dios, nuestro creador: me crea y me abandona, desaparece, me deja con una vida misteriosa y sin la capacidad de entenderla, lleno de pasiones que se ven y se siente pero prohibidas por un Dios que no siento ni veo, pero como estamos llamados a descubrir que Dios está dentro de nosotros, si nos condenamos a nosotros mismos, somos nosotros mismos los que matamos a Dios en nosotros. Dios no es más que nuestra sencillez y absoluta serenidad en lo más profundo del alma capaz de amar y vivir según la ley de la naturaleza. 

NUESTRA SOMBRA  QUIERE SOLO LA LUZ DEL AMOR
- Víctor: "¿Qué puedo hacer por ti?". (Aquí es donde arraiga el mal humano: en lugar de reconocer que la Criatura es buena, el hombre se compromete a ser bueno con la criatura, aquí está el hombre que quiere ser Dios, pero de esta manera no reconoce su mal; entonces la Criatura lleva a Víctor al extremo de su inconsecuencia...)
- Criatura: “Hay algo que podrías hacer por mí. Quiero una persona, una mujer, una amiga, una pareja, un ser como yo. Ella no terminará odiándome como los demás” (Aquí se invierte la imagen bíblica del génesis: es Dios el que está solo, es Dios el que necesita una mujer, un amor, uno que sea divino, este es el surgimiento de la religión en el mundo, de la falsedad del hombre, del engaño con que el hombre cree engañar a Dios, como hará Víctor con la Criatura…)
- Víctor: “¿Como tú?… Oh Dios, no sabes lo que estás pidiendo” (¡Pero Víctor tampoco sabía lo que hizo creando a la Criatura!).
- Criatura: Sólo sé que la comprensión de un ser vivo me bastaría para sentirme en paz con todos” (Esta es la frase de la que pende el sentido de la vida en el mundo, que es el amor; la Criatura describe su sentimiento de una manera extraordinaria:) el amor que hay en mí es tan grande que difícilmente te lo imaginas. Y mi furor tiene una intensidad que no podéis concebir (aquí están nuestros dos abismos). Si no encuentro la manera de satisfacer a uno, le daré rienda suelta al otro".
- Víctor: "Y si estoy de acuerdo, ¿cómo vas a vivir?"
- Criatura: “Iremos inmediatamente al Norte, mi novia y yo, a las regiones más remotas del polo. Donde ningún hombre ha puesto jamás un pie. Allí viviremos juntos el resto de nuestras vidas; ningún ojo humano (crítica) se posará más sobre nosotros, te lo juro. ¡Pero ahora tienes que ayudarme, por favor!"
- Víctor: "Si es posible, pongo remedo a esta injusticia..."
En conclusión el mal que nos habita pide amor y comprensión, no quiere hacer el mal, pero si no se lo das no le queda otra forma de manifestarse que auto destruyéndonos. 

EL INCONSCIENTE PIDE ESPIRITUALIDAD
La criatura le pide una sola cosa a Victor Frankenstein: Amor, a través de una mujer como él, es decir otra Criatura. Así que decodifiquemos: si el monstruo es la Sombra o la parte inconsciente de nuestra psique, la mujer es la parte Yin, la esencia del espíritu, la Luz (a la que llamamos amor o verdad). Parecen dos dimensiones distantes, como nuestros hemisferios cerebrales izquierdo y derecho, pero a la luz del amor se unen. Nuestra sombra nos dejará en paz sólo si le damos amor, espiritualidad, una visión de lo femenino, de la trascendencia de la vida, porque la mujer es símbolo de vida (es ella quien da la Luz a la luz). De lo contrario, nos cazará.

HAY QUIEN DESCUIDA EL AMOR POR ESTAR ENAMORADO
¿Cuántos dedican su vida a pensar en la persona que aman sin amarla? ¿Cuántos padres dedican su vida a la familia sin dedicarle tiempo a los componentes de la familia? ¿Cuántos de nosotros nos pasamos la vida esperando algo maravilloso sin darnos cuenta de que es la maravilla de vivir lo que está pasando sin darnos cuenta?.... El Dr. Frankenstein parece querer realizar la petición de la Criatura (crearle una amada), pero para hacerlo el mismo doctor pospone su matrimonio con Elisabeth (piensa de crear una amada cuando èl no es un amante), por lo tanto el amor no puede surgir en su mundo interior. Por tal razón Elisabeth ya no cree en las promesas de Víctor, porque cuando no compartimos el amor por las cosas que amamos, entonces el amor se vuelve contra nosotros. Cuando Víctor habría encontrado el camino correcto, Elisabeth lo desvía, esto es amor irracional, amor carnal, pasión física, posesión obsesiva, por eso ella desesperada lo hiere con estas palabras: "No puedes pensar en nada más que en ti mismo", aquí Elisabeth miente y lastima a Víctor quien, por primera vez, está pensando realmente en la Criatura y no en sí mismo. Es aquì donde todo se vuelve un mal entendido y la novela cae en el caos del drama. 
PD: En el libro Víctor finalmente se niega a crear a la mujer y la Criatura se venga quitándole el amor a Víctor (mata a Elisabeth) desde entonces Víctor comienza a cazar al monstruo. En algunas reinterpretaciones cinematográficas, sin embargo, hay otras variaciones con grandes intuiciones que atesoraremos....


DIOS CREÓ AL HOMBRE, SU FRANKENSTEIN, 
PERO LA CRIATURA CREÓ EL ABSURDO: EL AMOR A UN FALSO DIOS.
Víctor decide crear a la mujer (Eva)... "Dios mío, perdóname", ahora es consciente del mal que està por hacer, pero esto sería para su bien, primero tuvo que pedir perdón y aún así no lo hizo, se arrepiente y deja la obra. Elisabeth cubre su vestido de novia con un paño negro (de luto). Es una acción antagónica: Ella entierra el amor, mientras Víctor crea el amor, son las acciones contrastantes de nuestra vida. El problema surge cuando la criatura encuentra el cuerpo de la mujer para revivirla: es el cuerpo de Justine frente al cual Víctor se rinde y se rebela. No accede a revivir un amor que nunca ha considerado ni reconocido:
- Víctor: “¿Por qué ella?”
- Criatura: "Material, nada más... es solo materia ¡tú mismo lo dijiste!"
Entonces Víctor percibe el alma detrás del cuerpo, los sentimientos detrás de la razón científica, Justine no es solo materia o cuerpo, tenia un alma enamorada de Victor y la Criatura lo siente. Entonces Victor se dirige a Elisabeth y le confiesa su locura:
- Víctor: “Por favor, no te vayas. Tengo miedo"
- Elisabeth: “¿Miedo de qué?”
- Víctor: “Es tan terrible lo que he hecho… tan mal que, tengo miedo de que si te digo la verdad, te pierdo”
- Elisabeth: “Me vas a perder si no me lo dices”
- Víctor: “No sé qué hacer”.
- Elisabeth: “¿Te casarías conmigo Víctor? Cásate conmigo hoy. Mañana me lo contarás todo. Pero tienes que decirme la verdad. Juntos podemos pasar por cualquier cosa, no sé qué pasó, no sé qué hiciste, pero te amo".
Víctor confiesa su maldad sin arrepentirse, porque sabe que su elección será la ruina de la Criatura. De hecho muchas personas creen que su coherencia consiste en seguir haciendo el mal en lugar de corregirse, ven el corregirse como negarse a sí mismos y continuar en el mal como una certeza en sí mismos. No son tenaces sino testaduras. 

EL ENCUENTRO ENTRE EL AMOR Y LA VERDAD
Elisabeth se va a casar con un hombre sin amor (solo al final ella se enterará): Víctor mató a la Criatura negándole el amor, no creando a la mujer que hubiera sido la salvación de la Criatura, luego la Criatura le niega a Víctor la presencia de Elisabeth, como pueden ver todo lo que le negamos al inconsciente lo prueba como verdadero en la experiencia de vida y nos lo quita: Mientras Víctor y Elisabeth están a punto de consumar su unión de amor, se escucha a lo lejos el sonido de la flauta, es el eco del espíritu de la Criatura... La musica era una prueba que la criatura había aprendido un sentimiento. Víctor busca la Criatura para matarla, mientras que la Criatura captura a Elisabeth: La Criatura y Elisabeth, cara a cara, se miran a los ojos, ambos son proyecciones internas de Víctor: la Criatura es el amor, el ego inconsciente de Víctor, Elisabeth es el amor consciente, lo surreal (o imaginario) de Víctor.

- Elisabeth: “Por favor, no me hagas daño” (Ella ahora ve la verdadera imagen de Víctor en la Criatura).
- Criatura: "Eres más hermosa de lo que podía imaginar" (La Criatura ve lo que debería ser en los ojos de Víctor, lo que su creador nunca concedió y reconoció en él). Entonces la Criatura le arranca el corazón a Elisabeth. De esta manera, Víctor se ve obligado a ver en el cuerpo muerto de Elisabeth ya no solo la materia y nada más, sino el amor perdido, el alma que nunca había visto en los cuerpos.
Estas escenas pueden parecernos trágicas, pero las vivimos todos los días: amamos los cuerpos sin alma, le quitamos el alma a las cosas, reducimos todo a simples herramientas para nuestro Ego y basta.

A MENUDO NO RECONOCEMOS EL AMOR
La Criatura posee el corazón de Elisabeth, es en nuestra profunda realidad del inconsciente donde acecha el corazón, la razón de todo, mientras Víctor en su desesperación comete el mayor error: en su laboratorio están los cadáveres de Elisabeth y Justine, sin embargo Víctor se niega a coser el corazón de Justine en el cuerpo de Elisabeth, esta hubiera sido la elección correcta, habría reconocido el amor inconsciente por Justine y el amor físico (placer) por Elisabeth; en cambio, queriendo ocultar esta verdad, revela su falsedad... le quita la cabeza a Elisabeth y la une al cuerpo de Justine. Sin embargo, esta nueva criatura tendrá el corazón de Justine y no el de Elisabeth. Victor escoge las apariencias (la cara, la cabeza) no la esencia (el corazòn).
Muchas veces no sabemos distinguir el bien del mal, porque se entrelazan y se identifican según las circunstancias: ¿Tendrá Justine el rostro de Elisabeth o Elisabeth tendrá el cuerpo de Justine?. Víctor sigue viendo en esa mujer que tiene el rostro de Elisabeth sólo la apariencia, no el alma, no el corazón de Justine. ¿Cuántas veces amamos a los que no nos aman? ¿Cuántas veces no amamos a quien realmente daría su vida por nosotros? ¿Por qué muchas veces deseamos lo que en el fondo sabemos que no nos conviene? ¿cuantas veces amamos solo cuerpos sin alma?... es el misterio que subyace bajo la falta de lo femenino, de la conciencia que empuja a Víctor Frankenstein a cometer este enésimo error: quiere crear otra criatura hecha a su gusto y placer (representada en Elisabeth sin corazón y con el cuerpo de Justine).

YO NO TE AMO, YO AMO EL AMOR QUE TU ME TIENES,
AMO LO QUE SIENTO CUANDO ESTOY CONTIGO, POR ESO ME AMO AMI MISMO A TRAVES DE TI, PERO NO A TI...
Analicemos este momento sublime de la película. La nueva criatura femenina se interpone entre Víctor el médico y el monstruo o Criatura que èl creó. En cuanto la Criatura ve a la mujer de sus sueños, que es la realidad y la verdad de Víctor, exclama:
- "Elisabeth, te ves hermosa"
Entonces le da a ella confianza, con el nombre le da identidad, lo que él nunca recibió. Víctor, por otro lado, inmediatamente se muestra no solo celoso sino también egoísta al decir:
- “No es para ti”, luego se volvió hacia ella y le dijo: “¡Elisabeth, di mi nombre!”
Atención aquí, mientras la criatura llama a la mujer por su nombre y describe lo que es (bellísima), Víctor quiere oírse llamar por su nombre, ser reconocido (alabado, como Dios). Víctor se ama a sí mismo a través del cuerpo de Elisabeth por eso no ve su corazón, su alma. Víctor es egocéntrico. Tristemente esta es la idea inconsciente que nosotros tenemos de Dios: es un egocentrico que se ama en nosotros y por eso nos sentimos monstruos (pecadores). 

LAS SOMBRAS SE PONEN UNA ENCIMA DE LA OTRA  SIN CREAR MONTONES, UNA SOBRE LA OTRA SE OCULTAN
La mujer, la nueva Criatura, se acerca a la Criatura, no a Víctor, ve sus propias heridas en esta Criatura deformada, se reconoce a sí misma en la Criatura (como nosotros nos reconocemos en el mundo y la tierra no en el cielo y el espíritu), comprende que Víctor la ha utilizado por amor a Elisabeth, pero ella no es Elisabeth, es Justina (tiene el corazòn o el alma de Justine), ella ve que Víctor nunca la amó, al contrario la usó para hacer vivir en su cuerpo el rostro de otra mujer... ni siquiera acepta a la Criatura que no es más que la imagen real de Víctor, entonces esta mujer delante de esta realidad tan cruel se incendia y muere. Años atrás, cuando estalló el cólera, Justine le había dicho a Elisabeth: “Si Víctor fuera mío, ya estaría viajando donde èl para verlo, pero él no me pertenece. Es tuyo, debes ir con él de inmediato". Cuando tu conciencia no acepta tu verdad, la razón te conducida a la locura, a la muerte, al suicidio, aquí está el final de Elisabeth\Justine. 

NO PUEDES ESCAPAR DE TI MISMO, TARDE O TARDE TU FATIGA TE ALCANZA
El final del hombre sin espiritualidad es trágico, vive presa de su inconsciente, de la materialidad que lo mata: ninguno saldrá con vida de esta vida, todos moriremos. Las últimas palabras que Víctor le dijo al Capitán Robert son penetrantes: “Todo lo que he amado yace en un pozo que he cavado con mis propias manos. Seguí el camino que me dio. Norte, siempre al norte. Desde hace meses, con un solo propósito… matarlo. Ahora estoy cansado, estoy cansado, demasiado cansado". Víctor muere persiguiendo su imagen, su sueño, su locura, su monstruo. El capitán también, como todo hombre tiene un sueño, conquistar el Polo Norte, su locura. Después de escuchar la historia de Víctor, creyendo que era un invento (como muchos piensan que el alma, Dios y el inconsciente son un invento) incluso quiso seguir hacia el Norte y siempre al Norte, hasta que vio a la Criatura.

QUEREMOS LA MUERTE DEL PADRE, PERO LUEGO LO EXTRAÑAMOS
El Capitán Robert y sus hombres escuchan a la Criatura llorando sobre el cadáver de Victor Frankenstein y luego creen y ven la realidad:
- Criatura: "Nunca me dio un nombre"
- Roberto: "¿Por qué lloras?"
- Criatura: "Él era mi Padre".
El padre sigue siendo nuestro origen, por fútil que sea, lo extrañaremos. Nietzsche profetizó a nivel social la muerte de Dios, el padre que muere, pero su cadáver es más grande que el universo: "¿Dónde lo enterraremos? ¡Su hedor y descomposición nos matarán a todos!" Después de la muerte del padre comprendemos su error, estamos dispuestos a perdonar su pecados, entonces, aunque lo hemos matado con nuestro dolor, lo extrañamos; hasta que la humanidad no haga las paces con su destino, la salvación no se producirá: el hielo se derrite, el barco varado vuelve a flote, Robert y sus hombres se salvan. 

“No tengo màs nada que ver con los hombres”, fueron las últimas palabras de Criatura, antes de prenderse fuego junto a Víctor Frankenstein. Debemos morir juntamente con el Padre (Dios, Razón última)

A VECES PERDER ES EL MEJOR MODO DE GANAR
El libro termina con la acertada decisión del capitán Robert, el que hasta ahora había continuado obstinadamente perpetuando la locura queriendo ir al polo norte, pues como capitán dejaba inconscientes a sus marineros y los conducía a la muerte.
- Marineros: "Y ahora, ¿adónde vamos Señor?"
- Roberto: “A casa”.
Volver a casa significa vivir en paz contigo mismo, tener esa paz mental y serenidad de espíritu.
Acepta la muerte del Creador y la Criatura en ti.
"Nací por segunda vez,
cuando mi alma y mi cuerpo
se enamoraron y se casaron”
Kahil Gibrán.

- Victor Frankenstein: Extrañaré escucharte reírte de mí.
- Elizabeth: ¡Yo y voy a extrañar que me haces reír!

OUR LOVE IS DEAD OR
OUR LOVE IS DEATH ? 
NUESTRO AMOR ESTÁ MUERTO O
NUESTRO AMOR ES LA MUERTE?
- Hasta que la muerte los una -

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