"Y vosotros, masa de ovejas cobardes, siempre dispuestas a arrodillaros, a inclinar la cabeza ante los poderosos!
¡Ahora arrodíllense e inclinen la cabeza frente a alguien que nunca ha inclinado la cabeza, excepto frente a esta cosa aquí! (Señala la guillotina con el dedo)
¡Pónganse de rodillas, vamos!
¡Y háganse la señal de la cruz!
¡Y recuerden que incluso Nuestro Señor Jesucristo sufrió una muerte infame en el patíbulo, que luego se convirtió en el símbolo de la redención!
¡Arrodíllense todos!
Y persinense, ¡vamos!
Y ahora yo también puedo perdonar a quienes me lastimaron.
En primer lugar, al Papa, que se cree dueño del Cielo. En segundo lugar, a Napoleón, que se cree dueño de la Tierra. Y por último al verdugo que està aquì, que se cree dueño de la Muerte.
¡Pero sobre todo puedo perdonaros a vosotros, hijos míos, que no sois dueños de una mierda!
Y ahora, verdugo, envíame al otro mundo, a ese Dios Todopoderoso, que es dueño del Cielo y de la Tierra, a quien - en lugar de la otra mejilla - ofrezco... ¡toda mi cabeza!".
- Don Bastiano -
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